Enhorabuena a todos los que han hecho posible que este nuevo rover, con características notables en cuanto a sus capacidades de investigación, haya llegado sin incidentes a su destino.
Su novedoso sistema de amartizaje es todo un hito de la ingeniería aeroespacial, y en su complejidad residía la preocupación de que algo pudiese ir mal. Sin embargo, todo ha sido perfecto. Felicidades.
Tras sus rutinas de autochequeo y despliegue, Curiosity pasará cerca de dos años terrestres recorriendo el interesante cráter Gale, donde podrá estudiar los estratos del terreno circundante, estudiar la composición del suelo y rocas y realizar mediciones ambientales.
Existe un supuesto proverbio chino, que suele ser interpretado como una maldición, que dice más o menos "ojalá vivas en tiempos interesantes". Curiosity nos va a proporcionar tiempos interesantes, y desde luego no es ninguna maldición vivirlos.